HOY YA ES OTRO TIEMPO
- yesmissv
- Aug 2, 2018
- 2 min read

No sé tú, pero yo todavía no le encuentro el gusto a que terminen conmigo. Por muy animal rebelde que me crea, o muy de espíritu elevado que me sienta, que me saquen de una relación (cualquier relación) lo siento como un golpe bajo: no sólo es triste para mi apachurrado corazón, sino también humillante para mi aporreado ego.
Y luego me niego a creer que a mí me esté ocurriendo semejante dolor. Y pierdo la noción de lo que es razonable. Pero no dura mucho. Hoy ya es otro tiempo.
Y, no sé a ti, pero yo todavía no le encuentro el gusto a que me dejen de querer. Me ha pasado algunas veces, en diferentes tonos, con diferentes ejecutantes, y en variados escenarios, y todas las veces he sentido lo mismo: ganas de victimizarme ante mis amigos y los que me aman.
Y luego me enoja saber que yo esté pasando por semejante experiencia. Y me empeño en buscar culpables. Pero no dura mucho. Hoy ya es otro tiempo.
Y, no sé cómo, pero yo todavía no le encuentro el gusto a que me remplacen. Cuando veo que alguien nuevo ocupa el lugar que con comodidad dominé por mucho tiempo, me siento traicionada y en abandono: intento, no por placer sino por amargura, ser alguien mejor para que vean lo que dejaron ir.
Y luego intento convencerme de que nunca van a encontrar a alguien tan buena como yo. Y me aferro a creer que me llamarán de regreso. Pero no dura mucho. Hoy ya es otro tiempo.
Y, no sé por qué, pero yo todavía no le encuentro el gusto a que me olvide quien yo no he olvidado. Me asusta asumir que lo que yo amaba ya no me ama, y que eso que amaba, lo he perdido: mientras ellos continúan con su vida, la mía pierde un poco de su sentido, y me sumerjo en un confinamiento, tanto físico como espiritual.
Y luego me invaden el desconsuelo y la desesperanza, y me dedico a llorar mis penas, y a hinchar mis ojos tanto como me sea posible. Pero no dura mucho. Hoy ya es otro tiempo.
Y, no sé qué es, pero yo todavía no le encuentro el gusto a sufrir pérdidas. Me da miedo pensar que en este espacio axiomático que es la vida, tendré que sortear otros obstáculos: que todos ellos, por inesperados, harán su pequeño y usual desgaste (pero también su singular y profunda labor) en mi voluntad, en mi energía, y en mis futuros prospectos.
Y luego comprendo que mi vida, como la de todos, está hecha de mermas y recompensas, y cuando en tiempos de tormenta visualizo la calma que habrá de llegar, mi corazón se hace más amoroso, mi razón más sagaz, y mi determinación más firme. Y así quiero que sea. Porque hoy ya es otro tiempo.
Miss V.
Commentaires